Salud: Patentes, medicamentos y precios

Las decisiones que Colombia ha adoptado respecto a las patentes de medicamentos para enfermedades de alto costo, así como la regulación de sus precios están en línea con las posiciones adoptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la sesión 68ª del Comité Regional, reunido recientemente en Washington.

La Declaración de dicho comité recomienda que la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y asequibilidad de los medicamentos y su uso racional puedan facilitarse mediante la adopción de políticas, marcos jurídicos y regulatorios e intervenciones integrales. Estas preocupaciones se derivaron del hecho de que el costo creciente del acceso a productos médicos costosos plantea un reto particular para la sostenibilidad de los sistemas de salud, pues en el 2010 América Latina gastó 7,65 por ciento del PIB en salud y 1,7 por ciento correspondió a medicamentos.

Además, recomienda priorizar intervenciones que cubran necesidades insatisfechas de poblaciones vulnerables, con medicamentos esenciales, que satisfagan las necesidades prioritarias de salud de la población y deben estar disponibles en los sistemas de salud.
El Comité se refirió a la ‘judicialización de la salud’ que está teniendo un impacto importante en la atención y en el incremento del gasto en medicamentos, así como en la sostenibilidad de los sistemas de salud. En el 2010, en Colombia, se interpusieron 95.000 demandas judiciales para acceder a tratamientos y cirugías, y el costo directo de los litigios para el régimen contributivo ascendió a 300 millones de dólares, y en 2012 los pagos ordenados por fallos judiciales representaron el 1 por ciento del PIB.

En Estados Unidos, en donde las ventas de productos genéricos representan 88 por ciento, la ley Hatch- Waxman y la exención Bolar (que permite a los gobiernos producir medicamentos genéricos para fines de salud pública, aun antes de perder vigencia la patente) se consideran cruciales para promover la entrada de productos genéricos de calidad, ya que la falta de competencia hace que medicamentos fuera de patente se vendan en ocasiones a precios elevados.

Frecuentemente, las farmacéuticas privadas justifican sus precios altos por los costos de la investigación, pero son difíciles de cuantificar, pues el gasto público en investigaciones científicas puede ser un factor importante que lleva a descubrimientos que luego son aprovechados por los privados sin retorno al gobierno. Y se advierte que innovaciones incrementales no deberían impedir la entrada oportuna o el uso de genéricos después del vencimiento del periodo de exclusividad de mercado.

Los altos costos para los sistemas de salud corresponden a productos farmacéuticos nuevos, productos biológicos (entre ellos vacunas), dispositivos y otras tecnologías sanitarias producidas y comercializadas por un solo fabricante, y que debido a la protección conferida por las patentes y la protección de datos, estos fabricantes tienen exclusividad en el mercado y tienden a seguir un comportamiento monopolístico en la determinación de los precios, afectando la competencia e innovación.

El 92,9 por ciento de los países tienen comisiones nacionales de selección y comités de medicamentos y tratamientos, han elaborado listas de medicamentos esenciales y han creado instrumentos para asegurar el acceso a los de alto costo y a tecnologías sanitarias, usando fondos públicos como el Fondo Nacional de Recursos (Uruguay), el Componente Especializado de Asistencia Farmacéutica (Brasil), el Programa de Medicamentos de Alto Costo (R. Dominicana) y la ley Ricaurte Soto (Chile).

Estas comisiones aconsejan estrategias que mejoren la transparencia y mecanismos para toma de decisiones de modo que la evaluación, selección, adopción y uso de medicamentos y otras tecnologías sanitarias deban basarse en las prioridades de salud y ser sometidas a una evaluación rigurosa con evidencia sólida, considerando las implicaciones sociales, interculturales, éticas, de equidad y de género, al igual que el contexto y la sostenibilidad de los sistemas de salud.

También recomiendan colaborar con el sector farmacéutico para mejorar la transparencia y el acceso a la información oportuna e integral en relación con los costos integrales de la producción, la investigación, el desarrollo y las tendencias, así como la publicación de precios y una mejor comprensión de los costos y la estructura de precios, incluidos la distribución, los impuestos, los costos al por menor y los márgenes de utilidad, facilitar la selección de productos, las estrategias de precios y la regulación.

La estrategia que los países elijan para influir en los precios de los medicamentos debe reflejar el contexto del sistema de salud. Respecto a las políticas de los Estados sobre precios de los productos farmacéuticos, la OMS muestra opciones como la selección del mecanismo de compras, las licitaciones públicas internacionales y el uso de mecanismos regionales de compras mancomunadas, como el Fondo Estratégico, por medio de compromisos y cooperación regional.

El organismo también recomienda prevenir la difusión de información tendenciosa que pueda influir erróneamente en la prescripción, así como en el uso, mediante la regulación de la publicidad y la promoción de productos farmacéuticos.

Es indispensable asegurar la disponibilidad de productos de precios más bajos y evitar el uso excesivo y el derroche en productos de alto costo, buscando la adopción de estrategias integrales dirigidas a los prescriptores. Lo más novedoso de las propuestas del Grupo Consultivo de Expertos en Investigación y Desarrollo es su recomendación de desvincular los precios de los medicamentos de los costos de investigación.

Beethoven Herrera Valencia
Profesor de las universidades Nacional y Externado.
*En colaboración con Edinson Fonseca Correa

Fuente: Portafolio.co

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