El caso de la muerte de dos menores por un error en la entrega de un medicamento, dejó al descubierto los problemas en la prescripción y uso de medicamentos en el país.
Además que el caso, es muy común en Colombia, la entrega del analgésico tramadol –un opioide familiar de la morfina– en lugar del antiparasitario albendazol y que cobró en Bogotá la vida de dos menores de 2 y 7 años se replicó en Cúcuta, pero no con las terribles consecuencias de la capital.
Según reportó El Tiempo, también hay testimonios similares en Granada (Meta) y Tumaco.
La entrega del medicamento engloba varios problemas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuatro de cada diez pacientes sufren daños en la atención primaria de la salud y los servicios ambulatorios, además los errores más perjudiciales están relacionados con el diagnóstico y la prescripción del uso de medicamentos y la mayoría de estas muertes pueden evitarse.
“El costo mundial de los errores de medicación se ha estimado en 42.000 millones de dólares cada año, lo que representa el 1% del gasto sanitario global. Los errores pueden ocurrir cuando en las practicas de prescripción, almacenamiento, preparación, administración o control, se ven afectadas por factores humanos como la fatiga, malas condiciones o escasez de personal”, explicó la OMS.
En el caso de Bogotá la cadena de droguerías asumió la responsabilidad de la entrega. En Cúcuta, Mariela Páez, madre de un pequeño de 2 años relató que encontró que la caja estaba marcada con el nombre del producto formulado y despachado, pero en su interior había un frasco de gotas de tramadol y la droguería mandó a recoger el producto, iniciaron las investigaciones, pero hizo un llamado por redes sociales para que las autoridades estén alerta.
la empresa de medicamentos que está involucrada negó un presunto error de empaque.
“Después de una investigación exhaustiva de la evidencia disponible, no se encontró ningún error del laboratorio en el proceso de manufactura, empaque o distribución”, explicó la compañía en un comunicado.
La empresa de medicamentos además, con base en los soportes enviados identificó la trazabilidad de los dos medicamentos y se estableció que corresponden a medicamentos fabricado en dos plantas diferentes y que los lotes de cada uno nunca se mezclaron en la cadena logística.
“Es imposible que haya habido una confusión por parte del laboratorio que haya llevado al supuesto error de empacado”, apuntó la empresa.
Así que el tema de isoapariencia, por presentación y etiquetado tan similares, lo que puede que inducir al error.
Los casos que se han presentado en Colombia , parecen cumplir con los protocolos de dispensación.
“Se le debe mirar la fórmula, mirar el medicamento y decir en voz alta al ciudadano que está despachando su fórmula, favor verifique”, explicó el secretario de Salud de Bogotá.
El tema está en manos de las secretarías de salud donde se han presentado los inconvenientes, pues la dispensación es de su competencia.
Para el cambio de las etiquetas o una modificación en la misma, el Invima señaló que por tratarse de medicamentos genéricos, la reglamentación a nivel internacional es específica y los productos dispensados cumplen con la normatividad al pie de la letra, así que no habría espacio para un cambio por el momento.